lunes, 20 de abril de 2015

Artículo sobre empleo: ¿Te autoempleas?


                Durante los últimos años, gran parte de la población que se ha visto en la calle ha optado por buscar alternativas, con el fin de poder seguir obteniendo un sueldo al final de cada mes. A pesar de que en este último año estamos aconteciendo a una recuperación macroeconómica, son muchos los aspectos que siguen preocupando a nuestra sociedad, y en especial, la gran tasa de desempleo, la cual se encuentra en 23,4%.  Por ello, debido a la reducida oferta de empleo, la única solución era y sigue siendo el autoempleo, según recogen las fuentes estadísticas nacionales. Pero, ¿en qué puedo autoemplearme?, ¿existen probabilidades de éxito?

                Preguntas como éstas son las primeras que se  vienen a la cabeza. La mayoría, y como es lógico buscan continuar realizando el trabajo que estuvieron desarrollando hasta hace poco dentro de la respectiva empresa que formaban parte, lo cual es  buena elección, ya que la externalización por parte de las grandes empresas ya es una práctica muy normal.Sin embargo, esta elección es viable, siempre y cuando las características del trabajo que desenvolvíamos anteriormente pueda ser posible de manera autónoma, lo cual cada vez más difícil, debido a la alta tecnología y las economías de escala. Además, destacamos como problema los altos costes burocráticos y económicos para llevar a cabo la creación de la empresa, los cuales dificultan más el paso hacia el emprendimiento.

                No obstante,muchos de los parados no pueden acceder al mercado laboral realizando la misma actividad que desempeñaban anteriormente, y es ahí cuando surgen las grandes dudas que mantienen al desempleado desvelándole noche tras noche esperando una llamada que muy difícilmente llegará. Y en estas situaciones, es cuando debe surgir la pregunta del millón. ¿Y si en vez de esperar la llamada buscamos la bombilla?


                 Paradójicamente, esta situación representa un dilema en los parados, ya que se lo único que se generan son dudas y más dudas, y una escasa seguridad en el nuevo camino que se inicia. Cabe destacar que reinventarse no es una supresión del trabajador por cuenta ajena ni mucho menos, más bien un punto de inflexión en la trayectoria profesional.  Realizando una visión histórica se deriva que los grandes proyectos  no nacen de un gran colectivo, sino del ingenio de la persona, tal como dijo Larry Page, co-fundador de Google: “No necesitas tener una empresa de 100 personas para desarrollar esa idea”, y esa es la idea a concebir por cualquier parado en esta situación. Podría realizar citas y citas de emprendedores que tuvieron que enfrentarse a esta situación y hoy en día se encuentran en las listas de las personas más ricas de su país, continente o del mundo en general. Sin embargo, tampoco es mi intención, ni es apropiado, relatarles historias de éstas personas, ya que cada proyecto es un mundo, y los condicionantes de ese mundo son infinitos, por lo que cada idea requiere de un estudio personalizado.  Con ésto, lo único que quiero es invitar a nuestra sociedad, la cual, desgraciadamente, se encuentra muy degradada, a reinventarse, a buscar nuevas salidas. Señores, todos los caminos llevan a Roma, inventen su camino.

                  Por último, no se me ocurre mejor manera de finalizar que con el gran Steve Jobs, emprendedor por naturaleza, el cual supo sobreponerse a los obstáculos de la vida, gracias a su mentalidad reinventadora: “Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho con él es hacer lo que creas que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te detengas. Al igual que con todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres. Y, como cualquier gran relación, sólo se pondrá mejor y mejor, conforme los años pasen. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te detengas.”

A.A

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